La conducta motivada requiere una razón para accionarse y tener un objetivo claro, es decir, un motivo que se presenta como un deseo basado en una actividad motivada que tiene tres momentos principales:
El motivo en sí mismo, es siempre anterior al resultado que se espera obtener y es todo acontecimiento o conjunto de acontecimientos internos y externos que impulsan a un individuo a actuar en dirección a un objeto.
La conducta motivada implica un impulso para conseguirlo.
La disminución o satisfacción de la necesidad es posterior al resultado que es experimentado.
En donde la motivación en un doble proceso,en este se aumenta el vigor, es decir, se activa la conducta alertando estímulos y da persistencia a la conducta hacia una determinada dirección o meta, la dirige porque espera un valor.
Este valor esperado está en función de distintas variables:
La experiencia de éxito y fracaso: la frustración lo disminuye y el éxito lo aumenta
El tipo de dificultad de las tareas: las tareas más difíciles disminuyen el valor esperado
La importancia de la tarea y la distancia psíquica, es decir, la accesibilidad de la meta y la distancia que separa el estado presente del ser, y su estado futuro.
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